Si te estás iniciando en diseño gráfico, te habrás fijado que existen diferentes esquemas de color: RGB, CMYK y Pantone. ¿Sabes qué diferencias hay entre unos y otros? Cada uno de ellos representa un estándar de la industria gráfica para fórmulas de color.
- RGB
El modo de color RGB es el que mezcla los colores primarios: rojo (red), verde (green) y azul (blue) en diferentes combinaciones para crear la más amplia gama de colores posible. Se trata del perfil de color que emplean los dispositivos y pantallas digitales.
El esquema de color RBG utiliza la luz para hacer brillantes los colores. Al mezclar los tres, se obtendría un blanco puro.
- CMYK
El esquema de color CMYK utiliza los colores cian (cyan), magenta, amarillo (yellow) y negro (black) en diferentes proporciones para crear los colores de la imagen o diseño que se está imprimiendo. Este estándar emplea, pues, los colores secundarios, también llamados colores aditivos, se obtienen mezclando los colores primarios.
Cuando un color está representado con un 0% quiere decir que no tiene presencia en la mezcla de colores, mientras que, si tiene un 100%, significa que se trata de ese color en concreto, solo ese.
De igual modo, para crear el blanco, los porcentajes de todos los colores deben ser 0%. Por su parte, el negro, llevará el 100% de todos.
Los nuevos colores que se generan al combinar en determinadas proporciones los colores del modelo de color CMYK se crean mediante un proceso sustractivo en el que se elimina o absorbe la luz.
- Pantone
Se trata de una estructura estandarizada de igualación de color que emplea un sistema de numeración para identificar el color de forma rápida y precisa.
Se emplea para hacer coincidir de forma correcta los materiales con sus correspondientes colores RGB o CMYK, lo que garantiza que un color se vea igual cada vez que se produce cuando se combina con una muestra de Pantone, pudiéndose utilizar para hacer coincidir con precisión los colores de todo, desde telas y pinturas hasta camisetas y materiales impresos.
Inicialmente, surgió para cubrir necesidades en la industria gráfica, pero en la actualidad se utiliza de forma más amplia, siendo una paleta muy empleada en otros segmentos de la industria.
Diferencias entre los esquemas de color y su importancia a la hora de imprimir
Vistas las diferencias entre RGB y CMYK, este último modo de color es el que se emplea en las imprentas.
El CMYK son las cuatro tintas básicas con las que se construyen los colores en imprenta offset. De este modo, para poder ‘separar’ el diseño o imagen en las planchas que después se colocan en la máquina offset, es necesario disponer de la información del color en modo CMYK. Si estuviera en RGB, el programa que va a hacer la plancha no la ripearía.
Así, si una imprenta recibe un trabajo de impresión en un esquema de color distinto al CMYK, el impresor debe convertirlo a este esquema.
En la actualidad, los trabajos que llegan a una imprenta provienen de dispositivos digitales que trabajan con el esquema o perfiles RGB. Si quien entrega el diseño o imagen al impresor no ha hecho la conversión a CMYK, es importante que esta se realice antes de imprimir.
¿Y si la impresión es digital? En el caso de la imprenta digital, la impresión utiliza tóner o tecnología de chorro de tinta. La impresión digital puede seguir utilizando CMYK, no obstante, todos los colores se aplican a la vez en lugar de con el método del rodillo offset.
Con todo ello, al llevar a una imprenta un trabajo para imprimir, asegúrate de entregarlo con el modo de color adecuado. De no ser así, acude a una imprenta con la máxima destreza en la conversión de modos de color. ¡En Palgraphic somos una de esas!